El capítulo 7 es la disposición de quiebra más utilizada por los consumidores. Quienes residen en Estados Unidos, o poseen una propiedad o un negocio en ese país, pueden acogerse al capítulo 7 de la ley de quiebras.

El Capítulo 7 implica la liquidación completa de los bienes del deudor para pagar a los acreedores y eliminar las deudas restantes, dando al deudor un nuevo comienzo. Es importante saber que permanecerá en el informe de crédito de una persona durante diez años. Sin embargo, es probable que si cree que necesita declararse en quiebra, su crédito ya se haya visto afectado por sus elevadas deudas.

EL PROCESO

En una declaración de bancarrota del Capítulo 7, las personas pueden eliminar muchos tipos de deudas no garantizadas. La deuda no garantizada es la deuda por la que no tiene que poner una garantía, como una deuda contraída por una tarjeta de crédito, o facturas médicas. El proceso de declaración de bancarrota bajo el Capítulo 7 dura entre cuatro y seis meses, y cuesta unos 300 dólares. Antes de presentar la bancarrota del Capítulo 7, debe pasar por una asesoría crediticia con una agencia aprobada por el Fideicomisario de los Estados Unidos, y completar un curso de educación para deudores. Si bien se le permite conservar algunos de sus activos, otros son vendidos por el fideicomisario interino para pagar a algunos de sus acreedores. El administrador provisional es una persona designada por el administrador de los Estados Unidos, y muchas veces supervisará todo el proceso de quiebra.

Es importante saber que no todas las deudas se cancelan bajo el Capítulo 7 de bancarrota. Las hipotecas suelen sobrevivir a la quiebra, al igual que los pagos de los automóviles. Esto significa que, aunque no se verá obligado a vender su casa cuando se declare en bancarrota, ésta puede ser embargada. La manutención de los hijos, la manutención del cónyuge, los impuestos atrasados que tengan menos de tres años y cualquier sentencia de un tribunal tampoco suelen descargarse. Los préstamos estudiantiles pueden descargarse, pero sólo si el deudor es capaz de demostrar una dificultad extrema, lo cual es difícil de probar.

¿QUIÉN PUEDE DECLARARSE EN QUIEBRA?

En los últimos años, el proceso de declaración de quiebra para los consumidores se ha vuelto más difícil. El Congreso aprobó la Ley de Prevención del Abuso de la Bancarrota y Protección al Consumidor en 2005 para garantizar que las personas no pudieran declararse en bancarrota bajo el Capítulo 7 cuando pudieran pagar sus deudas.

El elemento más importante de esta ley fue una medida conocida como la prueba de medios. La prueba de medios muestra si un deudor está lo suficientemente endeudado como para solicitar la liquidación en virtud del Capítulo 7, comparando sus ingresos con la renta media del estado. Si se comprueba que los ingresos medios del deudor superan la media de los ingresos del estado, deben aplicar la prueba de medios. La prueba de medios se aplica restando del ingreso medio del deudor los gastos presuntos, como los gastos de manutención, la atención sanitaria y la educación. Dependiendo de la cantidad de dinero sobrante, si es que hay alguna, la deuda calificará para el Capítulo 7 de bancarrota, o bien deben presentar el Capítulo 13 que consolida sus deudas en lugar de eliminarlas por completo.

Además, si usted ha tenido una descarga reciente de la bancarrota, usted no será capaz de presentar de nuevo hasta después de un período de espera de seis a ocho años, dependiendo del tipo de bancarrota que se presentó anteriormente.

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